El teletransporte

Pues sí, resulta que el teletransporte lo inventó un tío por casualidad, como la mayoría de los inventos de nuestra historia. Solía llegar tarde al trabajo hasta que dio con la idea. El problema fue que al probarlo, descubrieron que alteraba las neuronas del cerebro, con lo cual, cada vez que llegaba al trabajo era más tonto. Así que perfeccionó la idea, y en vez de ir él al trabajo, le salía más rentable transportarse toda la oficina a casa, con la obvia consecuencia de que cada vez que hacía esto, el resto de empleados eran más tontos. Fue una gran idea, en pocos meses, pues como ya era el más listo de toda la empresa, llegó a ser jefe y hacerse muy rico. Claro que no pudo vender su revolucionario invento porque prefirió vivir tranquilo en las islas Cayman mientras tomaba el sol y se tomaba un cubata.
Hoy en día sólo usamos el teletransporte con los burros, los mandamos a Groenlandia cuatro o cinco veces por día y a veces hasta se vuelven más listos de lo que eran antes.